|
|
QUISTES DE OVARIO
Hay multitud de quistes de ovario, en todas las edades y de distinta gravedad.
Algunos pueden tratarse y desaparecer con tratamientos anticonceptivos u otros
medicamentos, pero otros solo desaparecen con cirugía.
Endometriosis
Estos quistes son llamados endometriomas o “quistes de chocolate”.
Una vez confirmado el diagnóstico, es conveniente saber que, aunque un primer
episodio haya remitido con tratamiento, se deben hacer revisiones ecográficas
periódicas y controles analíticos mediante un marcador llamado Ca 125, ya que
con frecuencia pueden aparecer otros quistes. Aunque no den síntomas puedan
crecer a veces de tal modo que precisen intervenirse quirúrgicamente,
para extirpar el quiste o, en ocasiones, todo el ovario.
El síntoma más frecuente de la endometriosis es el dolor menstrual, sobre todo si
previamente no se padecía o aumenta en intensidad.
Las consecuencias de esta enfermedad pueden ser esterilidad, adherencias,
dolores abdominales o extirpación quirúrgica del ovario, así como otras
complicaciones menos frecuentes.
Una revisión ecográfica de rutina puede diagnosticar precozmente la
endometriosis, evitando graves secuelas.
Las revisiones por esta enfermedad deben mantenerse hasta la menopausia.
Cáncer de ovario
Algunos quistes de ovario pueden ser cánceres, por lo que cualquier quiste debe
ser estudiado y precisa de un seguimiento o tratamiento (véase cáncer de ovario).
Ovarios poliquísticos
No son realmente quistes de ovarios, sino una enfermedad hormonal que, debido a
una imagen bastante característica en la ecografía, se la denominó de esta forma.
Se asocia con retrasos en las reglas, a veces de varios meses, aumento de vello,
obesidad y una analítica hormonal característica.
Dermoide o Teratoma
Son quistes cuyo único tratamiento es quirúrgico. No tienen por qué dar ningún
síntoma y se diagnostican por ecografía. Cuanto más precoz sea, más
posibilidades hay de conservar el resto del ovario, ya que, si son muy grandes,
puede ser necesario extirparlo completamente.
Hay muchos más quistes de distinto pronóstico y gravedad. Todos ellos tienen en
común su diagnóstico ecográfico y la importancia de descubrirlos precozmente para
evitar daños mayores.
|