No hay una edad mínima determinada, depende de las características individuales de cada
paciente, de si tiene algún síntoma o trastorno y, por supuesto, de la edad en que comience a
mantener relaciones sexuales.
En cualquier caso, cualquier mujer de más de 20 años debería hacerse revisiones
ginecológicas, ya que algunas patologías, como quistes de ovarios o nódulos
mamarios, son frecuentemente asintomáticas y pasan por tanto desapercibidas por la paciente.
También debemos insistir en la importancia de realizar una citología a toda mujer que mantenga relaciones sexuales, independientemente de la edad, aunque principalmente a las más jóvenes, debido a la alta incidencia del HPV.
Durante la menopausia es aconsejable incidir en la prevención y diagnóstico precoz de determinadas patologías frecuentes en esta etapa, a fin de conseguir una mayor calidad de vida.